La Paradoja de la Puesta del Sol: Una Inútil Aproximación a la Obra de Arquitectura

¿Cómo aproximarse a la obra de arquitectura? ¿Cuáles son las fuentes de la crítica y su oficio? Sostendremos por instancia que el propósito de la crítica es aproximarse a la cosa en sí, no a su obra. La cosa es una entidad que posee existencia, independiente e indiferentemente a nosotros. A través de la cosa nosotros podemos aproximarnos a la obra –no al revés–. En el oficio de la arquitectura, es posible aproximarse al edificio y al proyecto: no hay otros hechos materiales. La crítica es un acto de aproximación. A fuentes como escritos y discursos no se puede aproximar, apenas (mal)entender o (des)acordar. El problema y la virtud de la aproximación crítica es que mientras los arquitectos crean a través de materiales, los críticos crean a través de palabras. El crítico es un escritor, y como tal, está sumergido en un problema de rigor y precisión de palabras. Pero, como el arquitecto, ambos buscan la obra: éste es su horizonte. Y ambos emprenden un mismo acto: diseñan. El crítico y el arquitecto tienen que proyectar para avanzar hacia la obra. Aquí proponemos un intento –tan inútil cuanto tocar el horizonte–: definir y sistematizar el proceso de desarrollo creativo que apunta a la materialización del edificio. Principalmente por su gracia, pero también para buscar condiciones de intersección entre la crítica y la obra de arquitectura. Es inútil en la medida en que no posibilitará un uso más riguroso de los términos: nosotros todavía hablamos de ‘puestas del sol’ –una decepción física, o un fenómeno relativo, cuya existencia es validada simplemente por su belleza–. Tampoco provendrá algún tipo de fundamento al acto de diseñar en el ámbito de la arquitectura. Es meramente un intento conceptual. No obstante, lo propondremos a través de palabras y dibujos. Consideraremos los tres actos fundamentales de la génesis arquitectónica: (1) concepción, como el acto de pensar; (2) proyección, como el acto de lanzar algo desde un medio a otro; y (3) edificación, como el acto de materializar; una tríada que sintetiza la labor del arquitecto. Nuestro propósito es clarificar sus aspectos temporales y espaciales, es decir, cómo estos actos dialogan entre ellos en el tiempo, y cómo ellos se interceptan e interfieren; y luego definir sus productos, es decir, los conceptos, el proyecto y el edificio. Comenzaremos por distinguir los términos, procediendo a desplegar el problema de aproximarse a una obra de arquitectura: el oficio de la crítica.

La Paradoja de la Puesta del Sol: Una Inútil Aproximación a la Obra de Arquitectura