Autores: Claudia Oliva Saavedra, Sebastian Laclabere
Debido a sus condiciones geográficas y de ubicación a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, Chile posee una historia marcada por sismos y tsunami, que han dado forma a nuestras ciudades a través de un continuo proceso de construcción y re construcción. Así, el concepto de memoria pasa a formar parte fundamental del constructo socio-cultural que subyace nuestros asentamientos urbanos.
A través del estudio de la técnica cerámica del kintsugi, podemos ver como Japón (otro país de marcado carácter sismico) pone en valor y destaca lo dañado e imperfecto, como una expresión estética y cultural significante. Esta manera de valorar lo dañado también se hace presente a escala urbana, a través de la conservación de ruinas y edificios destruidos como objetos de memoria y reunión de la comunidad.
La valoración y aceptación de la ruina como una manera de recordar sucesos traumáticos presenta un marcado contraste con la visión occidental y plantea preguntas de interés con respecto al como recordamos y hacemos presente la memoria de nuestras ciudades de cara al futuro.