Autor: Sebastian Laclabere, Claudia Silva
La historia de Chile en gran medida se ha articulado en torno a su condición geográfica. Su posición dentro del “Círculo de Fuego del Pacífico” ha determinado, en parte, la ocurrencia de reiterados desastres naturales, principalmente terremotos y tsunamis, que han afectado y reformado de manera profunda la realidad urbana de nuestros asentamientos. La relación de Chile con los desastres de su territorio antecede incluso la formación del país, en tanto que los primeros casos que se registran datan de la época de la colonia española, en el año 1647. Algunos de los eventos sísmicos más notables y destructivos en la historia del planeta han tenido lugar en Chile: el terremoto de Vallenar de 1922, de una magnitud de 8.5Mw; el terremoto de Valdivia, el más grande jamás registrado, de una magnitud de 9.5Mw; y el reciente y altamente destructivo terremoto del 27F, de una magnitud de 8.8Mw, que azotó toda el área centro-sur del país y provocó un alto impacto en términos económicos y humanos. Esta sucesión constante de eventos naturales ha ayudado a construir y dar forma a una expresión urbana y arquitectónica única, como respuesta a las demandas particulares de nuestro territorio y sus embates.
Memoria, escombros y vacíos : Una aproximación al sistema de ruinas en Talcahuano post 27F