Autor: Christian Saavedra
Afines de 1849, la Expedición Astronómica de la Armada Norteamericana, liderada por James Gilliss y tres asistentes, emplazó sobre el cerro Santa Lucía un pequeño observatorio astronómico con el fin de estimar la distancia entre la Tierra y el Sol, efectuando una observación conjunta de Marte y Venus con su sede en Washington, y un catálogo de estrellas australes. En ese momento, este observatorio resultaría el de mayor altitud en el mundo y se convirtió en el primer Observatorio Nacional del hemisferio sur. Un periodo poco conocido del cerro, de excepcional importancia, no sólo para la astronomía chilena, sino para el propio cerro. Si bien el resultado científico fue mermado, la expedición constituye un aporte urbano y gestó sobre el cerro una plaza de observación astronómica. El trabajo apunta a caracterizar y a localizar, de manera precisa, los únicos vestigios materiales que aún puedan permanecer de esta expedición, como las terrazas ejecutadas para el observatorio a fines de 1849. ¿Cómo se emplazó, donde se ubicó y qué características tuvo este observatorio? ¿Qué huellas y vestigios se conservaron al transformarse en paseo y cuáles se conservan hoy? Consultando fuentes primarias de la expedición, como son los informes publicados y la correspondencia de Gilliss.