Autores: Rosanna Forray, Christian Saavedra
No todas las calles fueron siempre calles. Las calles de las áreas centrales de muchas ciudades sudamericanas se configuraron a partir de la división del suelo en manzanas y predios a lo largo de ejes ortogonales de circulación y de acceso a las propiedades que les daban forma y las dotaban de actividad (habitualmente en Damero). Otra cosa son las rutas, caminos o calzadas que desde la colonia se prolongaban desde los ejes principales o los umbrales de las ciudades hacia los poblados aledaños y distantes formando sistemas de asentamientos cuyos vínculos se basaban en las relaciones económicas, militares o religiosas del territorio bajo el control de estas ciudades. Frecuentemente las avenidas periféricas de nuestras ciudades contemporáneas fueron caminos o rutas. Este artículo profundiza en una investigación sobre la Gran Avenida, eje mayor que atraviesa la ciudad de Santiago de Chile, desde el centro histórico y administrativo hasta el sur pobre, enfocándose en el tramo denominado avenida Los Morros, en su evolución de camino a avenida. El interés en este tramo del otrora camino colonial radica en que nos permite observar cómo su condición de camino ha sido determinante en el desarrollo de su entorno urbano actual y en la paulatina conformación de la avenida como lugar de lo público.