Autor: Daniel Moreno
Los problemas relacionados con el financiamiento de la infraestructura urbana son experimentados por la mayoría de las ciudades de todo el mundo, independientemente si pertenecen a países desarrollados o emergentes. Diferentes tipos de modelos e instrumentos públicos han intentado resolverlos con resultados mixtos. Una de las alternativas más llamativas está relacionada con la captura de valor en función del desarrollo urbano que impulsa, a su vez la infraestructura, con efectos de valorización del suelo urbano bajo su influencia. Sin embargo, la implementación de dichos instrumentos requiere cierta aceptación de las personas y el sector privado para que realmente funcione la reinversión. Estas disyuntivas presionan a la gestión pública, donde el sistema tributario tradicional es apenas suficiente, cuando lo es. En el contexto de una reciente Nueva Agenda Urbana (Hábitat III), que se compromete generar instrumentos de financiación eficaces, innovadores y sostenibles para mantener y compartir el valor agregado por el desarrollo urbano, es necesario realizar una evaluación con criterios específicos que permitan verificar realmente la eficiencia y eficacia de dichos instrumentos. Para llevar a cabo esta evaluación, que está en un arduo proceso de perfeccionamiento, se consideran solamente algunos instrumentos de captura de valor de Latinoamérica. A estos casos se les aplica un método de evaluación multicriterio, especificando la definición de los conceptos y parámetros a utilizar. Finalmente, los resultados arrojan una calificación que permite identificar “buenas prácticas” que efectivamente cumplen con el aprovechamiento del potencial del desarrollo urbano a través de la infraestructura y su generación de plusvalía.